11 agosto, 2006

Fin del primer curso en Potosí Norte


Alguien dijo que Bolivia tiene mucho de una novela de García Márquez. Todo es posible en este país, mezcla de realismo mágico y surrealismo. En este contexto nos desenvolvemos desde que nos levantamos hasta que los perros y las estrellas toman las calles.

Hemos terminado nuestro primer curso con Escuelas de Cristo con una asistencia que ha variado entre 17 alumnos, el curso de Lola Moreno, y 57, el de Yara. Sabemos que esta organización no es precisamente la más necesitada de formación docente, ya que tiene el respaldo de la Iglesia, y hemos notado cierta desidia en algunos profesores que se añade a al talante, de por sí, distante de los habitantes del altiplano.

No obstante estamos contentos y ahora mismo estamos procediendo a la evaluación, pero mucho de nuestros miedos iniciales se han desvanecido, aunque vienen otros.

Hoy mismo hemos quedado con un técnico del distrital de Betanzos, Arturo, un tipo fenomenal, muy motivado, que esta haciendo el doctorado con la Universidad de Santiago y que en una hora larga que hemos charlado sobre educación, nos ha dado más información sobre el país y que toda la que hayamos podido recabar en el tiempo que llevamos aquí. Él mismo ha sido el que nos ha buscado por toda la ciudad, ya que el distrital le comentó que veníamos hace dos días, y según sus palabras no podía dejar pasar tremendísima oportunidad. Nos ha dado muchos ánimos y dice que las escuelas que vamos a ir no tienen nada que ver con las Escuelas de Cristo.

Ahora, las dos Lolas han ido a las oficinas del SEDUCA para organizar los próximos destinos. Dos puntos mineros, que cada vez que los nombramos a los paisanos nos miran con cara de decir están locos estos romanos. Colquechaca y Pocoata, en las entrañas de la Bolivia profunda. Todo un misterio. Parece ser que los distritales se encuentran reunidos, y vamos a su caza y captura.

En el aspecto más lúdico, ya nos despedimos de los otros grupos de cooperantes, que pasaron por Potosí tras la travesía de Uyuni. Cada vez quedamos más sólos, porque mañana parten nuestros compañeros Bolivianos y Carme Espí. Os echamos de menos a tod@s. Sabed que desde las alturas se os quiere.

Nos quedamos con la compañía de algunas pulgas que están haciendo de las suyas, del cielo azul de Potosí y de la esperanza de que lo que estamos haciendo sirva para algo, y mientras tanto, aprovecharemos para ir a los baños termales y a las minas.

Abrazos y besos

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